dimecres, 15 d’abril del 2015



Me levanto del suelo con dificultad, mi pierna derecha está herida y me quedan pocas energías. Miro a mi alrededor, estoy en otra habitación de cuatro paredes iluminada por la cálida luz de una vela. La habitación está amueblada, un sillón con olor a polvo y a su lado una estantería de madera vieja, llena de libros. Escucho como uno de los libros cae al suelo y me acerco a recogerlo. No tiene título ni portada, miro su interior, debe estar escrito en otra lengua porque honestamente no entiendo nada. Realmente no entiendo muchas cosas que digamos, sé que lo repito constantemente, aunque no me canso de repetirlo. ¿Por qué me escogieron a mí? Por supuesto nadie se da como voluntario para unirse a la gran batalla convocada por dos reyes, simplemente por la codicia y egoísmo de sus almas, un deseo al poder al cual su única manera de satisfacer es sometiendo a los pueblos a sus leyes. Cuando llegué aquí, nunca llegué a pensar que todo sería tan distinto, la gente describía a la ciudad de "Darnim" cómo un lugar maravilloso lleno "de riquezas y perfecto para vivir. Al llegar te das cuenta que es todo lo contrario. Fui escogida en el sorteo, para entrar se han de cumplir unas reglas básicas. Tu físico ha de estar en plena forma, tu edad debe rondar entre los trece y los veinte, yo a la edad de dieciséis. En lo más interior sigo teniendo el vacío de mi familia, yo no quería irme. Mi hermano mayor, Seth, insistió en sustituirme, se lo negué por qué él ya tiene bastante trabajo. Mis padres reaccionaron de manera pacífica, me dijeron que no tuviera miedo de nada, aunque seamos honestos ... ¿Quién no lo tiene? Estar sometida las veinticuatro horas a pruebas y ser víctima cada día de peleas innecesarias. Esta mañana eran tres contrincantes que medían casi dos metros, pasé la prueba por los pelos, no sé si mañana tendré la misma suerte. Los ganadores serán libres de las condiciones que se les atribuyen a los ciudadanos normales, serán trasladados a una casa más confortable y tendrán subsidios mensuales para uso personal. Durante toda la década que se llevan haciendo las pruebas nombradas, "Juicio de la muerte" (y por su nombre se puede adivinar que son extremadamente de alto riesgo) sólo ha habido cuatro ganadores vivos de parte de Darnim. Realmente consiste en seguir vivo después de pasar las 100 habitaciones con distintos retos y enigmas, sobretodo encontrar la salida. Ahora estoy, para ser exactos en la habitación número 28. Llevo sólo una semana aquí, y, después de la primera noche supe que no duraría mucho aquí. He visto muchas muertes hasta el momento, y no quiero seguir aquí, a pesar de estar obligada. Dejo de lado mis pensamientos y vuelvo a la realidad, terrible realidad. Debe haber una salida, me dirijo hacia la puerta e intento forzadrla, mis intentos son en vano. Me dirijo a la estantería de libros y busco la llave, abriendo y hojeando los libros, cada vez más rápido. Veo la mesita de noche y cae de ella la vela, dejándome a oscuras. Ahora estoy en la habitación negra, oscura intentando encontrar una llave. Maldigo en mi interior la acción maliciosa de cualquiera que haya hecho eso. Pasando las páginas rápidamente, finalmente doy con uno. Tomo la llave y la meto en el bolsillo de mi pantalón, doy pasos inseguros hasta la puerta, pero entonces tropiezo. Era justo lo que estaba evitando, caigo en el suelo y el sonido de una llave impactando contra el suelo me percata de que ya no la llevo encima. No podía ser peor, ahora intentando encontrar la llave a oscuras, entonces me doy cuenta de que sí. Puede ser peor, ahora hay alguien en la sala. Me levanto con un rápido movimiento y me coloco en modo defensa. El sonido de sus pasos me avisa de que se está acercando a mí, está buscando algo. Quiere la llave. Con una de las técnicas consigo encontrado y me abalanzo sobre él, ahora intentando inmovilizarle, él aprovecha y contraataca. Me da una patada que me da en el estómago y hace me debilite, me retuerzo de dolor estampándome en la estantería haciendo que varios libros cayeran sobre mí, De nuevo el sonido de la llave me alerta de que él la tiene. Uniendo, unas pero pocas fuerzas que me quedan, vuelvo hacia él y le tomo por el cuello. Manteniendo la presión encima de él hasta dejado inconsciente. Él suelta la llave. Busco sus manos en la oscuridad y finalmente tomo la llave. Cuando la tengo en mis manos empieza a brillar. Escucho la señal, que es en realidad la música oficial de Damim, es una tradicional que se suele colocar en estos juegos brutales, que trata sobre cómo han de ser los ciudadanos de Damim, trabajadores y sin exigir. Me tranquilizo por un momento, ya que eso quiere decir, y por fin, la prueba ha concluido. Lo que antes supuso una situación de alta tensión y presión por parte de la penumbra que hacía que mis otros sentidos (en este caso el oído y el tacto) se pusieran en marcha. Mi suspiro de calma no tarda en concluir. Esto es sólo una parte del largo trayecto que acaba de empezar, mis ansias de que todo esto termine para volver con mi familia y darle lo mejor de mí son la única cosa que me empuja a seguir con todo esto. Lo hago todo por ellos, y también porque sé que todos los ciudadanos de Darnim no se merecen este tipo de vida. Todos merecemos ser respetados y también exigir por los derechos que realmente nos corresponden. Vuelvo a la puerta de la habitación, introduzco la llave y la abro con lentitud. Ahora estoy en otro cuarto, otra habitación. La número 29, deseadme suerte.